Si se entera Cristina, arranca todo
[intervención artística]
Dolores Cáceres, artista conceptual y rebelde incansable, presenta en los jardines frontales del Museo Caraffa una intervención que transformó ese espacio en una plantación de soja. Esta nueva acción de la artista que nunca pasa desapercibida, insta a reflexionar sobre los límites del arte, el rol de los museos y como las posibilidades creativas se suman a un debate de profunda actualidad. La poética de esta obra, su potencial visual, y su enclave urbano en una zona también llamada Palermo Soja, permiten diversas lecturas y múltiples capas de análisis. Como debe ser un trabajo de este carácter.
Frente a Plaza España // Más info en http://proyectoquesoy.blogspot.com
Publicado por Revista Ocio. Firma Pancho Marchiaro.
jueves, 12 de febrero de 2009
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Marchiaro es politicamente correcto, no se arriesgo demasiado en su comentario. Parece una perfecta definición de diccionario!!
ResponderEliminarPalermo Soja?? todos los dias se aprende algo nuevo...
Saludos!!
Valentina
"Diversas lecturas y múltiples capas de análisis"... ¿Usted no es el subdrector del Centro Cultural España Córdoba? ¿Gestion cultural? ¿"Cultura de la gestion"? ¿No le merece una opinión más comprmetida? Que para presentar el proyecto ya estuvo Dolores hace un par de meses. Digo, con esto de que es una invitación a reflexionar ¿se entiende que con reflexionar alcanza? Porque ya a esta altura sería interesante empezar a enterearse a qué puerto han arribado. Y una particular curiosidad me genera saber a qué puerto arriba usted frente a Que Soy, Sr Marchiaro.
ResponderEliminarMaría José
muy bien maria jose!! convengamos que ser del España Córdoba no es garantia de inteligencia precisamente...yo tambien esperaba algun tipo de reflexión un poco mas comprometida...muy poco feliz señor pancho
ResponderEliminarValentina
Luego de haber escuchado varias veces que habían plantado soja en el caraffa, lo pude ver y fueron varias las sensaciones... sin poder sacarme el prejuicio artístico conservador, pensé primero: "Que suspicaz que es la derecha en estos tiempos, a veces sorprende con su creatividad"... luego de no saber quien había sido el o la artífice de tal intervención, pensé: "como toda obra de arte, puede ser interpretada como una denuncia al avance indiscriminado de la soja, ese oleaginoso desconocido por el país hasta hace no más de un lustro"... y pensé en el compromiso que deben / debieran manifestar los artistas y las artistas para con el campo... el campo popular, deuda que a más de uno les debe quitar el sueño. Por otro lado, considero que tanto el objeto y la forma de esta intervención, no adolece de originalidad como herramienta de fomento del debate, tanto ideológico, político, hasta artístico; y no es un dato menor, o una cualidad menor, teniendo en cuenta que la criticidad, la problematización, la desnaturalización de la realidad son especies en extinción en esta posmodernidad tan chata.
ResponderEliminarFue así que decidí participar de este espacio, así como también decidí dejar mi posicionamiento a través de un artículo que escribí para la revista de un amigo.
Para continuar con el debate, dejo mi correo electrónico: sergio_a86@hotmail.com
China, nunca tan cercana…
¿Cómo relacionar un bife de cerdo servido en la mesa de Jiang Gao Gong, trabajador de una fábrica de calzado situada en la ciudad de Chengdu, Provincia de Sichuan, China, con la ropa humedecida de Milagros, hija de Santiago Vilchez, criador de cabritos del paraje Los Leones, Comunidad La Libertad, al noroeste de la Provincia de Córdoba, Argentina?
Podríamos dedicar páginas y páginas para sacar conjeturas sobre el proceso que algunos supuestos expertos han denominado globalización, pero vamos a someternos a un análisis gradual y lógico para demostrar que la nutrición del ignoto Jiang Gao Gong, está estrechamente vinculada a los pies embarrados de Milagros.
Pecaremos de presuntuosos al intentar atravesar tierras y mares desde la legendaria China en un simple ejercicio mental, sin embargo, daremos comienzo a nuestra travesía: nuestro cometido nos conduce a averiguar la procedencia del bife a punto de ser fagocitado, es así que llegamos a un sistema de criado intensivo, conocido como feed lock, a través del cual se alimenta a los cerdos con granos de soja.
Muchas de las toneladas de la soja utilizada fue hidratada con aguas argentinas, fue enriquecida por suelos argentinos, fue fumigada sobre territorio argentino, es decir, fue importada de La República Argentina (S. A.)... Y nos vamos aproximando a nuestro objetivo.
Con el precio de la soja en alza exorbitante en el mercado internacional, una marea verde invadió el territorio argentino, incluso aquél que en tiempos remotos no se caracterizaba justamente por su fertilidad. Es así que la llamada frontera agraria, a fuerza de semillas mutantes, pudo extenderse hacia el norte cordobés… Y nos aproximamos incluso más.
Pero las grandes extensiones necesitadas para satisfacer la angurria porcina, encuentran un enemigo a eliminar, una barrera a destruir, un grano ahí, donde termina la espalda. Este subversivo, molesto, primitivo y extinto (para muchos otros de los “expertos”) disidente, es el campesino indígena, habitante ancestral del eterno lecho de su estirpe, verdadero pequeño productor, con la capacidad de autoabastecerse, arcaica blasfemia contra el fundamentalismo consumista.
¿Cómo es el proceso de extirpación de ese forúnculo? Consiste en contratar a un grupo de cirujanos de corbata, toga y colmillos bien afilados; consiste en utilizar el quirófano montado históricamente para la eliminación de todo hereje que pueda llegar a atentar contra la santa trinidad (Dios, la Patria y la Propiedad), cuya balanza oxidada siempre se ha inclinado para el flanco contrario al que su espada castigó; consiste en dar comienzo a la más exitosa función de títeres, aquellos de sonrisas y slogans, de pancartas y discursos, de holgado bolsillo y sincera hipocresía; y consiste en manipular las marionetas más efectivas de todas, y como tales las más necesarias, esas cuya palabra es la violencia, esas de perfumes lacrimógenos, esas de dedos bien articulados y puntería bien calibrada.
Fue de esta manera que, caída la noche, Santiago, bajo el rótulo de usurpador fue desalojado junto con su familia del territorio donde sus padres habían nacido, donde él mismo había nacido, donde Milagros había nacido, territorio que no le pertenecía, sino al que pertenecía. Y así fue como a la vera de la ruta, Milagros dormía en los brazos de su madre, mientras el rocío besaba su frente. Y a esta altura, Jiang Gao Gong estaba terminando de digerir su bife, mientras apagaba la alarma que lo desvelaba para comenzar su rutina, pegar trescientas suelas por hora, doce horas al día, seis días a la semana, doce meses al año, para poder darse el mustio lujo de comer un seco bife de cerdo con arroz en el día de su cumpleaños.
Sergio Aghemo
Octubre 2008
Revista El Encontrón Nº 4